El cuerpo del joven tenía "mucha agua en los pulmones" y los microorganismos hallados revelarán la fecha y la causa de su muerte. Se sigue investigando y los resultados estarán en unos 15 días.
La principal hipótesis es que efectivamente Santiago Maldonado murió en el agua helada del río Chubut el 1º de agosto, mientras Gendarmería entraba a disparos y piedrazos a la Pu Lof Resistencia Cushamen y obligaba a los siete manifestantes restantes, que habían cortado la Ruta 40 junto al tatuador, a cruzar el cauce de agua, a 400 metros del lugar del piquete, y refugiarse en las montañas del otro lado de la orilla.
El cuerpo de Santiago tenía agua en su interior ("mucha agua en los pulmones", reveló una fuente de la autopsia a este medio), seguramente producto del intento por respirar mientras se sumergía. Será clave entonces lo que se vea cuando se analicen los microorganismos hallados.
Para los análisis complementarios, los peritos recogieron del cuerpo de Santiago sedimentos (tierra o barro), polen de la ropa (al momento de caer al agua, Maldonado tenía muchas prendas encima, que mojadas se convirtieron en un lastre de 31 kilos) y del cuerpo y los microorganismos del agua en su interior. Estos estudios, que fueron derivados a laboratorios universitarios de la UBA, La Plata y Córdoba, estarían dentro de 10 a 20 días.
Infobae consultó a más de cinco fuentes que participaron de la autopsia. La mayoría coinciden en que para asegurar que Santiago murió en el río Chubut hacen falta estos estudios. Un sector de la querella aseguró que "todavía no descartamos que alguien haya llevado a Santiago hasta allí".
La autopsia hecha el viernes –que contiene 700 fotos y más de 20 horas de video– aún no puede asegurar si Maldonado fue ahogado a propósito o empujado al agua o si simplemente el joven se tiró por la desesperación de ser alcanzado por la represión de Gendarmería.
Las causas de muerte más posible son la inmersión (ahogado), la hipotermia (el descenso involuntario de la temperatura del cuerpo producto, en este caso, del agua fría) y el shock térmico, que pudo derivar en un paro cardíaco producto del contraste de temperaturas entre el exterior, el cuerpo y el agua. Lo definirán estudios en la médula ósea de la víctima y en los pulmones. Los 79 días desde su desaparición podrían haber borrado algunas marcas características del ahogamiento, aunque una hallada en el paladar dio indicios afirmativos al respecto.