El presidente de Bolivia denunció las maniobras detrás de las protestas de algunos sectores que buscan hoy revertir los logros del proceso de cambio y dañar la imagen del gobierno del país.
"Ellos están preocupados por nuestra revolución democrático cultural, no quieren que existan estados libres y soberanos, sino sumisos al imperio, sometidos al capitalismo", dijo, y añadió que "gracias a la unidad del pueblo hoy Bolivia es un país digno".
Igualmente, se refirió a las "acciones desestabilizadoras que acomete la derecha boliviana, que utiliza como pretexto el nuevo Código Penal para causar el descontento popular y generar rechazo a las principales autoridades nacionales".
En este sentido, repudió el proceder de un pequeño sector de la población que falsificó el Código del Sistema Penal para insertar en su texto "una serie de mentiras para confundir y desinformar al pueblo de Bolivia".
El jefe de Estado afirmó que el problema de fondo no es la nueva norma jurídica, sino su persona: "No es el Código Penal, es Evo, es el problema que se presenta para la derecha, para los vendepatrias de estos tiempos", concluyó.